Terni es una ciudad situada al centro de Italia, a unos ochenta kilómetros de la capital, Roma (ver en el mapa). Ahí se encuentra Jacopo Borghetti, un apasionado de la cerveza artesanal que hace cuatro años decidió emprender en el sector. Uno de sus primeros proyectos es Roba da Malti, una cervecería con ocho tiradores artesanales con rotación contínua, que estos días deben permanecer cerrados por las restricciones del Coronavirus.
Italia fue de los primeros países europeos en paralizar la actividad económica, en concreto Roba da Malti tiene las persianas bajadas desde el día 9 de marzo. “Por ley podremos volver a abrir el día 13 de abril pero nos parece que se va a alargar, el escenario es incierto”, dice Borghetti. Viendo esta situación han decidido, desde hace pocos días, sumarse también al servicio delivery, haciendo la venta casa por casa que “es una manera de seguir conectado con los clientes habituales”.
A parte de este local cervecero, el espíritu emprendedor de Jacopo no acaba aquí. Tienen su propia marca de
En esta nueva birrallamada internacional hemos podido conversar de la situación italiana “es un buen momento para reflexionar en dos sentidos, des del punto de vista del consumidor que espero que sea más responsable y apuesten por productos locales, y por otro lado los negocios tenemos que adaptarnos y apostar también por la venta por Internet”, afirma Borghetti.
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