El error involuntario (o no) en el nombre del nuevo sello identificativo de la AECAI
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El nombre sí hace la cosa. Cualquier persona, experta o no en marketing, sabe perfectamente que a la hora de crear una marca, empresa o producto una de las tareas principales es buscar un buen nombre. Escoger una palabra que defina la globalidad de tu proyecto no es fácil, pero es fundamental en cualquier proceso de branding. El nombre es el 99’99 % de la identidad.
Dime como te llamas y te diré quién eres. El nombre expresa aquello que somos o queremos ser. La cuestión no es que sea bonito, la cuestión es que sea claro, que transmita aquello que realmente queremos y que no confunda al consumidor. Para ello hay que ser analítico antes de escoger cualquier palabra.
Hoy hemos recibido la noticia que la AECAI, uno de los gremios de cerveceros de ámbito estatal, ha creado un sello identificativo para distinguir, según ellos, las cerveceras artesanales de las industriales. Bienvenido toda iniciativa, sobretodo en estos momentos complicados que nos está tocando vivir. Sin entrar a valorar las características que definen esta propuesta, sí que nos llama la atención algunos “errores” que podemos definir como conceptuales.
Cualquier sello, en definitiva, es una imagen. Un diseño que será replicado para aquellos que lo utilicen para identificarse. En el sello que presenta AECAI, una de las palabras principales que utiliza y que es la más llamativa -como podéis comprobar en la imagen- es el nombre INDEPENDIENTE. En este caso se utiliza como adjetivo para definir que (la cerveza) ‘no depende de otra’. La cuestión está en que la palabra INDEPENDIENTE es el nombre de una cervecera industrial.
Vosotros mismos lo podéis comprobar. Os animamos a hacer un ejercicio desde vuestras pantallas de móvil u ordenador. Si entráis en el buscador de Google y cercáis la palabra “cerveza independiente” la primera página, aunque en un principio no lo parece, se trata de una cervecera industrial que utiliza el nombre “independiente” para vender unas cervezas que en realidad están producidas en unas instalaciones de una industrial. Podéis comprobar la ubicación en la misma página web: Calle Titán, número 15 de Madrid.
De hecho, este ejercicio que os proponemos lo replicará cualquier persona que en sus manos tenga por primera vez una botella con este sello. Buscará información, no en una enciclopedia, en Internet. Y lo primero que le aparecerá será cervezas hechas por las industriales. No sabemos si AECAI se ha dado cuenta de la importancia del nombre, lo que sí que sabemos es que hoy más de uno brindará con cava (o con una industrial).
Si ya nos es difícil defender la etiqueta “cerveza artesana” para que no se la apropie la industrial, la “independiente” es una misión imposible. Nuestra cultura es la craft beer o la de la cerveza artesanal. Aquí todavía tenemos mucho trabajo que hacer para defender los pequeños artesanales de las grandes.
La originalidad tampoco es el punto fuerte del sello identificativo de la AECAI. De hecho, os proponemos otro ejercicio: buscar las 7 diferencias entre este sello y el de la Brewers Association de Estados Unidos, muy consolidado que lleva muchos años en funcionamiento… Pensábamos que la cuarentena nos ayudaría a todos a ser más analíticos y un poco más creativos, pero podemos comprobar que para algunos la cuarentena ha tenido otros efectos…